¡Son siete! ¡Siete son!
¡En el profundo Océano siete son!
Siete son viviendo a costa del Cielo.
Engendrados en las profundidades del Océano.
No son ni machos ni hembras,
son como el viento enfurecido,
no tienen esposa, no pueden pretender hijo;
no conociendo ni gracia ni piedad,
no escuchan oraciones ni súplicas.
Son como caballos criados en el monte...
De estos siete [el primero] es el Viento del Sur...
El segundo es un dragón con la boca abierta
que nadie puede [resistir].
El tercero es un torvo leopardo
que se lleva a los niños...
El cuarto es una terrible serpiente...
El quinto es una bestia furiosa (?)
de la que no hay defensa...
El sexto es una amenaza...
contra dios y rey...
El séptimo es un malévolo huracán...
Otra fórmula de encantamiento reza así:
Son tormentas destructoras y vientos maléficos,
una ráfaga maligna que anuncia la tormenta arrasadora,
una ráfaga maligna, anticipo de la funesta tormenta.
Son niños soberbios, hijos poderosos,
Heraldos de la Pestilencia.
Portadores del trono de Ereskigal,
son la inundación que asola la tierra.
Siete dioses de la ancha tierra,
siete dioses-ladrones (?) son,
siete dioses de la fuerza,
siete demonios malignos,
siete demonios malignos de opresión,
siete en el cielo y siete sobre la tierra.
Espíritus que disminuyen el cielo y la tierra,
que reducen la tierra,
espíritus que reducen la tierra,
de fuerza gigantesca,
de fuerza gigantesca y zancadas gigantes,
demonio [como] toros furiosos,
grandes fantasmas,
fantasmas que irrumpen en todas las casas,
demonios que no tienen vergüenza,
¡Siete son!
No conociendo el cuidado trituran la tierra como maíz;
no conociendo la piedad arremeten en contra de la humanidad.
Salpican su sangre como lluvia,
devorando su carne [y] chupando sus venas.
………………………………………………………..................................
Son demonios llenos de violencia, que devoran sangre incesantemente.
Invocaciones de asirios y babilonios para referirse a los llamados Siete. Un temible grupo de espíritus malignos mencionados en numerosos encantamientos y fórmulas mágicas o religiosas de la época (3000/2000 A.C.)
En Bernhardt J. Hurwood. Pasaporte para lo sobrenatural. Alianza Editorial. Madrid. 1972.
¡En el profundo Océano siete son!
Siete son viviendo a costa del Cielo.
Engendrados en las profundidades del Océano.
No son ni machos ni hembras,
son como el viento enfurecido,
no tienen esposa, no pueden pretender hijo;
no conociendo ni gracia ni piedad,
no escuchan oraciones ni súplicas.
Son como caballos criados en el monte...
De estos siete [el primero] es el Viento del Sur...
El segundo es un dragón con la boca abierta
que nadie puede [resistir].
El tercero es un torvo leopardo
que se lleva a los niños...
El cuarto es una terrible serpiente...
El quinto es una bestia furiosa (?)
de la que no hay defensa...
El sexto es una amenaza...
contra dios y rey...
El séptimo es un malévolo huracán...
Otra fórmula de encantamiento reza así:
Son tormentas destructoras y vientos maléficos,
una ráfaga maligna que anuncia la tormenta arrasadora,
una ráfaga maligna, anticipo de la funesta tormenta.
Son niños soberbios, hijos poderosos,
Heraldos de la Pestilencia.
Portadores del trono de Ereskigal,
son la inundación que asola la tierra.
Siete dioses de la ancha tierra,
siete dioses-ladrones (?) son,
siete dioses de la fuerza,
siete demonios malignos,
siete demonios malignos de opresión,
siete en el cielo y siete sobre la tierra.
Espíritus que disminuyen el cielo y la tierra,
que reducen la tierra,
espíritus que reducen la tierra,
de fuerza gigantesca,
de fuerza gigantesca y zancadas gigantes,
demonio [como] toros furiosos,
grandes fantasmas,
fantasmas que irrumpen en todas las casas,
demonios que no tienen vergüenza,
¡Siete son!
No conociendo el cuidado trituran la tierra como maíz;
no conociendo la piedad arremeten en contra de la humanidad.
Salpican su sangre como lluvia,
devorando su carne [y] chupando sus venas.
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Son demonios llenos de violencia, que devoran sangre incesantemente.
Invocaciones de asirios y babilonios para referirse a los llamados Siete. Un temible grupo de espíritus malignos mencionados en numerosos encantamientos y fórmulas mágicas o religiosas de la época (3000/2000 A.C.)
En Bernhardt J. Hurwood. Pasaporte para lo sobrenatural. Alianza Editorial. Madrid. 1972.
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